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El sildenafilo, el tadalafilo y el vardenafilo, todos ellos utilizados para tratar la disfunción eréctil (DE), tienen cada uno una semivida diferente. El sildenafilo (Viagra) tiene una semivida de 4 horas y el vardenafilo (Levitra) dura algo más, con una semivida de 4-6 horas.En cambio, el tadalafilo (Cialis) tiene la semivida más larga de los tres, 17,5 horas. La semivida de un fármaco representa el tiempo que tarda la mitad del mismo en eliminarse del organismo.
Esto influye en la duración de la eficacia del fármaco.
Aunque los tres fármacos, sildenafilo, tadalafilo y vardenafilo, actúan como vasodilatadores relajando los músculos del pene para favorecer el flujo sanguíneo, su potencia varía. La ventaja del vardenafilo sobre el sildenafilo reside en su mayor potencia bioquímica. Esto significa que se necesita una dosis menor de vardenafilo para facilitar la misma erección del pene que se consigue con el sildenafilo, lo que puede dar lugar a menos efectos secundarios.
Los tres medicamentos para la disfunción eréctil actúan sobre una enzima llamada fosfodiesterasa-5 (PDE 5) presente en los tejidos del pene, que influye en el flujo sanguíneo al pene. El vardenafilo y el sildenafilo se unen más fácilmente a la PDE 5, mientras que el tadalafilo es más selectivo en su acción, diferenciándose en su estructura de los otros dos.
El tadalafilo destaca por su prolongada duración de acción, significativamente superior a la del sildenafilo y el vardenafilo. Algunos informes sugieren que puede seguir siendo eficaz hasta 36 horas, e incluso hasta 72 horas en ciertos casos. En cambio, los efectos de Viagra y Levitra duran hasta 6 horas. Esta acción más prolongada significa que el tadalafilo ofrece una solución más duradera, lo que lo convierte en la opción preferida de las personas que buscan una opción "a más largo plazo".
Al considerar las tasas de éxito de estos fármacos para la disfunción eréctil, los estudios han revelado que las tasas de éxito en las relaciones sexuales de sildenafilo, tadalafilo y vardenafilo fueron del 65%, 62% y 59%, respectivamente, en comparación con las tasas de placebo del 23-28%. Esto indica que los tres fármacos tienen un nivel similar de eficacia en el tratamiento de la disfunción eréctil.
Los tres fármacos pueden presentar efectos secundarios. Sin embargo, debido a su potencia bioquímica, el vardenafilo puede provocar menos efectos secundarios que el sildenafilo. Una característica interesante del vardenafilo es que no inhibe la fosfodiesterasa-6 para alterar la percepción de los colores, un efecto secundario poco frecuente que a veces se asocia al sildenafilo. Cabe señalar que la presencia prolongada de tadalafilo en el torrente sanguíneo podría presentar un mayor riesgo para las personas que requieren nitratos después de su uso.
Como se ha mencionado anteriormente, la vida media más larga del tadalafilo significa que permanece más tiempo en el torrente sanguíneo. Este efecto de larga duración puede causar complicaciones si el paciente requiere nitratos después de usarlo. Este es un factor importante a tener en cuenta al prescribir tadalafilo para la disfunción eréctil.
Aunque el tadalafilo, el sildenafilo y el vardenafilo son prometedores como tratamientos de la disfunción eréctil, se necesita una investigación más exhaustiva para comprender plenamente su importancia clínica respectiva y sus ventajas potenciales. Todos ellos han demostrado su eficacia en el tratamiento de la disfunción eréctil, con tasas de éxito de hasta el 80% en el caso de varios inhibidores de la PDE5. En última instancia, el mejor inhibidor de la PDE5 dependerá de las necesidades de cada paciente y de su respuesta a estos medicamentos.